martes, 21 de abril de 2020

La Cuarentena 2020

Mis noches…
En cuarentena, mis noches son las de cualquiera de ustedes…
Rondando de lado a lado de la cama, con ardientes deseos, con pesadas pesadillas, con suenios de ternura, de alegria, de sensualidad, de soledad, o compañía…
Mis noches son normales, como las de cualquiera que viaja como yo, dia tras dia en una cudad diferente, en hoteles frios, en camas desconocidas, en alturas distintas, y se despierta siempre con el sobresalto de despertar y preguntarse: Y, hoy. Donde estoy?
Soy tan normal como tu, aunque viva en soledad, escribiendo para deshogarse, para compartir el tiempo, para decirle al mundo que aun tengo vida, y ganas de sonreir.
Tres décadas y media viajando por todo el mundo, conociendo sonrisas pero también penas, llorando de alegría pero también de tristeza, alentado a veces por manos desconocidas pero sinceras, y llorado enfermo en soledad, a miles de kilómetros de casa, o perdido en algún aeropuerto.
Aprendi a comer, todo sin chistar, ya decirle al estomago: Es lo que hay. Tomalo. Y no te vayas a enfermar, porque no hay médicos que tengan tu expediente, ni conozcan tu idioma…
Aprendi a dormir en medio del ruido de aeropuertos, a la hora en que se pueda, y d ela forma en que se pueda. A descansar la mente, aun cuando no s epueda descansar el cuerpo.
A escribir sobre la mujer, aun sin tener a una mujer al lado. A besar, en soledad. A tener sexo con la imaginación. A venerar a la mujer por lo que es, y no por su cuerpo. A valorar mas la preocupación de una persona lejana, que la vagina de una persona cercana.
Soy un pecador estándar. Un simple mortal a quien toco por suerte, o por desgracia, esta vida de trotamundos. Que no escribe para poseer, sino que porque posee palabras, escribe…
He compartido. Se han aprovechado de mi muchas personas, incluso mujeres. He sido robado. Timado. Amenazado. Pero, aun asi, la sonrisa no ha desaparecido, porque se que hay mas gente buena que gente mala.
He agradecido, porque entre mis amigos, contactos, lectores, ha habido gente que me vio surgir, que me vio derrotado y me tendio la mano, que me ha visto crecer, porgresar, caer, lo mismo que triunfar.
Soy simplemente ese hombre que venera a toda mujer, que escucha tus problemas, que escribe lo que siente, para vaciar su alma al tiempo que la llena de fuerzas. En ese cálido intercambio de palabras que este medio nos permite.
Contrario a lo que muchos y muchas piensan, mi soledad me acompania por los caminos, y es la mejor companera que puedo tener para poder asi tener tiempo de encontrarme a mi mismo, y platicar conmigo… Para aclarar mi mente cuando nubarrones acechan…
Mis noches son asi, con un simple vaso de leche, a veces sin chocolate. Pero con una Luna llena de esperanzas…
Alex Goodman