Desde hace
algunos años, ha venido escuchando con singular alegría femenina, la cantidad
de frases que tanto alardean las mujeres luego de asistir a la obra los
“Monologos de la Vagina” . Así que hoy me cuestiono: Y, en la búsqueda de la
igualdad de Género, no deberíamos también, a la par, poner exactamente la misma
atención a los “Monologos del Pene”? Acaso nos somos todos iguales?
Por qué como
siempre, hemos de degradar el importantísimo papel que juega tan delicado
instrumento masculino? Por qué no elevarlo a su importante grado de Capitán
General, y no dejar de aplastarlo con el yugo de la indiferencia femenina?
Si bien, se le
margina, se le esconde, se evita hablar de él en público, y se le mantiene casi
siempre oculto, en la intimidad es quien provoca la mayor parte de los placeres
a las féminas, las trae de boca en boca, y les humedece los ojos y otras
partes, cuando a falta del mismo, han de conformarse con “lo mismo pero más
barato”!
Ése instrumento
que es tan gentíl, que se para educadamente para que tú puedas sentarte. Que
soporta embestidas, mordidas, apretujones, lo mismo que besos apasionados, en
ambientes húmedos, bajo cualquier condición climática, y al que sólo colocan
impermeable bajo ciertas condiciones. Siempre callado, pero siempre a la órden,
como fiel soldado, como fiél compañero de mil batallas…Nunca tantas como creen
ellas… Nunca pocas, como cree él.
Desde pequeños,
somos educados bajo una cultura que hace denostaciones a toda forma fálica. A
las nenas, se les educa a morder un platano de una forma, porque en alguna
otra, se le considera que se está ejercitando para sus deberes de mujer mayor.
Y cuando crece, aquella nena no sabe de todo lo que se está perdiendo, y
haciendo perder a su pareja.
A muchas mujeres
se les ha hecho creer que el sexo oral es “pecado”, es sucio, es inmoral, o que
las mujeres decentes “no hacen eso”. Y bajo ésa premisa, evaden el ejercicio de
ésta práctica deliciosa, tan íntima como excitante, que da tanto de sí mismo, y
que a su vez acerca tan íntimamente a dos personas. Por ello, causa es también
de disgustos conyugales, de que muchos hombres (muy “hombres”) usen “éso” como
pretexto para salir a buscar en las calles bocas dispuestas (por una lana de
por medio) a complacer a quien esté dispuesto a pagar por ello. Chicas: Se
asombrarían ustedes de saber que casi el 50% de los hombres que buscan a una
prostituta, la buscan para recibir sexo oral casi exclusivamente.
Así, también el pene
es usado como símbolo de machismo, de masculinidad, de poder. Los Vikingos
solían usarlo como imagen de fuerza, y está presente en infinidad de
instrumentos, barcos, cuadros, cascos, ropajes, estatuas, edificios, etc… Y hoy, en plena modernidad, lo escondemos?
Estamos también
acostumbrados a que en las películas americanas, se muestren indiscriminadamente
los senos sin ningún empacho. Ah, pero si se muestra el pene, la cinta es
censurada! Por qué ésa segregación?
Las mujeres de hoy
en día muestran casi el 75 de sus senos al descubierto, para deleite de la
población masculina que con agrado observamos en cámara lenta los voluptuosos
movimientos de ésa porción de la anatomía femenina mientras la portadora se
desplaza despreocupadamente por las calles. Ah, pero si un hombre muestra tan
solo “la puntita”, es arrestado por faltas
a la moral! Otra vez! Es o no discriminación?
Así, el Pene vive
condenado a permanecer oculto la mayor parte del tiempo, arrugado, oprimido,
fuera de los grandes escenarios y escaparates. Ah, pero a la hora en que una
mujer quiere diversión, es lo primero que le viene a la mente! Es lo primero
que llega a su boca, diría yo, y en desenfrenadas acciones, lo convierte en la
estrella del momento, en el Rock Star de la escena, y todo da vuelta (o sube y
baja) en torno a sí. Y su vuelve juguete, chicle, helado, paleta, bombón, que
convierte a una mujer normal en toda una devoradora! Pero, también lo explota,
y quiere que permanezca en agotadoras horas de trabajo por horas y horas, para
su deleite. Eso es otra forma de esclavitud! Detrabajos forzados! De
sometimiento!
Por tal motivo,
considero que ha llegado el momento de que se le otorgue el debido derecho a la
libre expresión, y manifestación. Los monólogos del pene deben salir al aire,
deben ganar las calles, los foros internacionales, exigir sus derechos, liberar
sus ataduras, y volver a la época de los antiguos Vikingos donde ocupaban
espacios predominantes.
Es hora de tomar
las calles….No lo crees así?
Formemos y fomentemos la Revolución fálica que logre la igualdad de circunstancias entre el pene y la vagina. No mas opresión! No mas discriminación!
Alex Goodman.
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