Yo sé que nos hace falta la lluvia, hasta para renacer. Pero, las tarde lluviosas siempre me han parecido tristes, cuando estoy solo. En cambio, ver llover tras la ventana, estando rodeado de aquella personita que hace click contigo tan solo por estar ahí, cambia completamente nuestra perspectiva.
Cuando éramos preparatorianos, la lluvia como decimos ( o decíamos ) nos valía Wilson! Hoy en día, éso no es cierto más. La lluvia nos trae un sinnumero de beneficios en la agricultura, el control climático, la alimentación, etc, pero a muchos de nosotros ya la lluvia nos trae algunos achaques...Que si dolor de rodillas, que si lentitud de movimientos, que si gripe, etc.
Sin embargo, y pese a todo, me encanta la lluvia... Me encanta ver una mujer apresurarse bajo la lluvia, obviamente sin paraguas... Observar como sus ropas se ciñen a su cuerpo, logrando ver completamente su silueta, y que maravilla es observar que ésa silueta guarda muchas curvas peligrosas, que tiene ésos bultitos donde tantos nos gusta, y que tiene ésa elegancia para aún bajo ésas condiciones no perder el estilo, los movimientos gráciles, femeninos, de una mujer sensual hasta para caminar o correr bajo la lluvia.
En cada lectura, he confesado mi predilección por las mujeres llenitas, que tú podrías considerar de otra forma. Recordando que a muy pocos hombres nos gustan las mujeres flacas, o sin forma... Aunque, el cuerpo, es en realidad irrelevante cuando se tiene gracia, actitud positiva, y una amena charla... Pero, hoy me aventuré a sentarme fodongamente tras mi ventana a simplemente espiar a mi vecina... Sí...No es pecado, o sí?
No es mi deporte favorito. Pero, me gusta observar sus actitudes, jugar a adivinar su pensamiento, a intentar desde la comodidad de mi sillón, hurgar en sus pensamientos y poder robarle ideas para mis novelas. Podría decir que, cuando no estoy de viaje, es mi musa de cabecera. Y hoy, me ha regalado tres esplendidos regalos: Le acompañan tres amigas, en colores y formas surtidas, que, bajo la lluvia, me han podido deleitar con una danza de 7 segundos corriendo desde el coche hasta le puerta de entrada de su casa. Así, he podido descubrir a la Acelerada, la optimista, La enojona, y la Valemadrista...Así las he encontrado...
Durante ésos mágicos , encantadores y largos 7 segundos, cada una ha podido emplear sus mejores pasos de caminar aprisa, sus mejores contoneos para evitar la lluvia, el bajarse apresuradamente del coche sin siquiera reparar en abrir demasiado la piernas, o en és blusa blanca que, al mojarse, me ha permitido observar el eterno movimiento de dos bailarines pezones durante un largometraje de 4 segundos.
Podría construir toda una guía de cine a partir de cuatro personalidades distintas, en una alegre convivio, pero, me quedé así, petrificado, durante éstos 7 segundos en que, he sido maravillado con tan armoniosos movimientos. Incluso, mi mente ya las ha vestido con los trajes de gala para el estreno de la película y la alfombra roja...Ya he dibujado materialmente sus peinados, y seleccionado el maquillaje para cada una...Bueno, excepto para la enojona...
He imaginado las escenas de amor, y he sufrido para encontrarles la pareja ideal que las haga sacar ésa hembra en celo que cada mujer desea ser en la intimidad.
Cada hombre, cada atardecer, y en cada tarde lluviosa, puede imaginar tantas cosas en 7 segundos...Verdad?
Será mejor ir por un poco de café...
Alex
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